Además de
“extraviar” 400 millones de pesos para el saneamiento de la Laguna de Cajititlán,
el candidato del Partido Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Guadalajara,
Enrique Alfaro Ramírez, hizo una fábrica de dinero con la construcción de 98
fraccionamientos inhabitables en Tlajomulco.
De acuerdo
con una investigación periodística del diario La Crónica, desde finales de 2009
a 2013, lapso de mayor influencia alfarista, las cuentas prediales pasaron de
193 mil a 252 mil, según cifras del Ayuntamiento.
Se trata de
casi 60 mil nuevas escrituras, las cuales beneficiaron exclusivamente a las
notarías de Enrique Alfaro Anguiano y de David Alfaro, padre y hermano del ex
priista, quien aun sin experiencia obtuvo la patente notarial (fiat) otorgada
por el ex gobernador panista y aliado Emilio González Márquez.
Además, la
investigación de La Crónica da cuenta que el jugoso negocio, comprende también
fraudulentos cambios en el uso de suelo y venta masiva de terrenos a
desarrolladoras inmobiliarias, como el grupo constructor Dynámica, propiedad de
los hermanos Carlos y Diego Valenzuela, también muy cercanos a González
Márquez.
Lo que el
ex alcalde de Tlajomulco ha llamado un “paraíso” no es más que un territorio
polvoriento y pintarrajeado donde ha construido una franja caótica, con cientos
de multifamiliares sin servicios, violencia desbordada, venta de drogas en el
transporte, atropellos ejidales, estafas presupuestales y endeudamiento público.
Aquí el reportaje completo:
Frente a su
vivienda descascarada, todavía aturdido por un asalto reciente en el cual fue
amenazado con revolver, don Jorge Medina parece desahogarse: “Aquí han sido
puros chanchullos de Enrique Alfaro y sus pillos, incluidos familiares. A
muchos nos obligaron a tramitar las escrituras de nuestras casas en los
negocios de su hermano y su padre”…
Es
habitante de Lomas del Mirador, uno de los fraccionamientos del municipio donde
más huele a peligro y las familias se resguardan apenas huye la luz. Se refiere
a las notarías de Enrique Alfaro Anguiano —ex rector de la UdeG y padre del hoy
aspirante a la presidencia municipal de Guadalajara—, y del hermano David
Alfaro, quien aun sin experiencia obtuvo la patente notarial (fiat) otorgada
por el ex gobernador panista y aliado Emilio González Márquez.
Miles de
escrituras… Desde la llegada de Movimiento Ciudadano a la presidencia de
Tlajomulco: primero con Alfaro y después con sus súbditos Alberto Uribe
—interinato— e Ismael del Toro, se han construido 98 fraccionamientos, la
mayoría inhabitables.
De finales
de 2009 a 2013, lapso de mayor influencia alfarista, las cuentas prediales
pasaron de 193 mil a 252 mil, según cifras del Ayuntamiento. Casi 60 mil nuevas
escrituras… Pero es sólo una parte del jugoso negocio, el cual comprende
también fraudulentos cambios en el uso de suelo y venta masiva de terrenos a
desarrolladoras inmobiliarias.
ESPEJISMO.
Lo que Alfaro ha llamado un “paraíso” no es más que un territorio polvoriento y
pintarrajeado donde no sólo ha instaurado su fábrica de dinero sino donde ha
construido una franja caótica, con cientos de multifamiliares sin servicios,
violencia desbordada, venta de drogas en el transporte, atropellos ejidales,
estafas presupuestales y endeudamiento público.
Hoy cada
niño que nace en Tlajomulco debe ya 3 mil pesos. En medio del olvido, Alfaro
construyó durante su administración —2010 a 2012— un suntuoso edificio para
burócratas que en nada refleja la precaria realidad del municipio. Lo hizo en
alianza con el grupo constructor Dynámica —propiedad de los hermanos Carlos y
Diego Valenzuela—, también muy cercanos a González Márquez.
Aunque el
costo real del inmueble era de 290 millones de pesos, el entonces edil optó por
un Proyecto de Inversión y Prestación de Servicios (PIPS) a largo plazo que
multiplicó el precio a mil 220 millones de pesos. Cada mes, durante 30 años, el
municipio debe pagar más de 4 millones. Con un crédito bancario el monto habría
disminuido la mitad.
Hoy el
Centro Administrativo de Tlajomulco (CAT), donde hasta las rentas de comercios
colindantes van destinadas a la constructora, se ha convertido en símbolo del
derroche.
Con el
recurso comprometido se habría dotado de agua al menos a 150 colonias de la
demarcación… Como al fraccionamiento Paseo de los Agaves, en el cual casi 9 mil
familias carecen del líquido, pese a que en su segundo informe de gobierno
—finales de 2011— Alfaro prometió una inversión millonaria para resolver el
problema:
“Haremos la
obra más compleja en materia de abasto de agua, particularmente en los
fraccionamientos Agaves, Rancho Alegre y Silos, con inversión de 25 millones de
pesos de recursos públicos y privados. Los trabajos estarán terminados en enero
de 2012”.
Pero el
dinero desapareció.
“Usó el
presupuesto para ser gobernador. La mayoría del dinero empleado por Alfaro en
campañas sale de sus negocios con inmobiliarias”, señala Miguel Vargas, líder
vecinal en Agaves quien junto a otros afectados se ha dedicado a investigar y
destapar las tropelías del candidato. Lo acusan de fraguar el actual desorden
inmobiliario en el municipio…
Y es que
como secretario general del Ayuntamiento —2001 a 2003—, Alfaro comenzó a tejer
una red de cochupos: fue el principal promotor del acuerdo firmado el 28 de
junio de 2012 —obtenido por Crónica—, para permitir el primer gran
fraccionamiento: Hacienda Santa Fe… Tras perder la elección a presidente
municipal 2004-2006, abanderado por el PRI, quedó como regidor de desarrollo
urbano y tomó el control de los planes municipales: en agosto de 2006 logró la
adición de 11 mil 35 hectáreas ejidales.
Fue en esa
época cuando comenzó sus relaciones con los dueños de Homex: Proyectos
Inmobiliarios de Culiacán, Grupo Dynámica y GEO Jalisco, ahora GIG.
“Su gran
operador siempre ha sido Jorge García Juárez, quien en 2006 ya era Director de
Desarrollo Urbano y quien ha continuado hasta la fecha como Director de
Ordenamiento Territorial. Le hace todos los enjuagues”, revela don Miguel.
En Agaves
padecen falta de agua y otros servicios, pero también una red de drenaje a
cielo abierto motor de infecciones y pestilencias. El área destinada a la
construcción de escuelas y mercados está bajo torres de alta tensión.
Son males
que se reproducen en los 98 fraccionamientos edificados bajo la sombra
alfarista…
“Nos falta
escuela, drenaje, alumbrado público y seguridad, el agua sale toda
achocolatada”, se queja doña Hortensia Molina, del fraccionamiento El Origen.
—¿Y ustedes
también escrituraron en las notarías de los Alfaro?
—Era
condición, ¿qué hacíamos?…
EVIDENCIAS
“El hermano de Alfaro obtuvo el fiat notarial apenas pasados los 20 años,
cuando muchos abogados de larga trayectoria y prestigio deben esperar años. Mientras
que un notario público en Guadalajara escritura entre 300 y 400 escrituras al
año, este señor aumenta su fortuna con miles y miles, un comportamiento atípico
sólo explicado por el tráfico de poder de Enrique y sus acuerdos con
inmobiliarias”, refiere Roberto López, profesor de la UdeG y hoy diputado
federal…
“¿De dónde
salen los millones para mantener el despilfarro en Movimiento Ciudadano? Aquí
está la hebra… Compran con abusos y engaños terrenos de peñas cuyas hectáreas
cuestan 300 mil pesos, cambian el uso de suelo y los vuelven oro”.
Adrián
Salinas, regidor de Atlajomulco y cuya carrera ha sido paralela a la de Alfaro,
reconstruye la esencia mercantil del candidato a Guadalajara… “A finales de
2002 yo era subdirector de seguridad pública en el municipio, un día llegó
Alfaro, entonces secretario general, y me pidió apoyar el desalojo de una
comunidad indígena que peleaba los derechos del Cerro del Chivatillo.
No había
orden judicial. A esas personas se les quitó todo, y después se vendió el
terreno a Grupo Dynámica para el fraccionamiento Lomas del Sur…
Ya como
regidor, Alfaro cambió los planes parciales del uso agrícola al habitacional.
Se aprobaron muchos fraccionamientos en el ejido de Cuexcomatitlán, cuyo
presidente ejidal era su amigo Salvador Zamora, hoy candidato a diputado
federal. Su otro socio fue Samuel González, presidente de la gran reserva
ejidal de Lomas de Tejeda”.
Como
diputado local entre 2007 y 2009, arropado ya por el PRD, “Enrique fue el
principal impulsor de la reforma al Código Urbano de Jalisco para quitarle a
los cabildos municipales la facultad de aprobar fraccionamientos y dejarlo todo
en manos del órgano técnico: las direcciones de desarrollo urbano.
Con ese
instrumento, ya como edil dio rienda suelta a su ambición inmobiliaria en
complicidad con las notarías de su hermano David y su socio Guillermo Gatt
Corona”.
Desde que
Alfaro llegó al Consejo Municipal, a principios de la década del 2000, “vio en
los desarrollos inmobiliarios el camino para volverse millonario. Cursó una
maestría en estudios urbanos y formó su grupo político para las transas; es el
mismo que ha gobernado el municipio desde 2003, sólo que con diferente partido…
Cuando era alcalde me dijo: a mi Tlajomulco me vale madres, yo lo que quiero es
ser gobernador, y es su obsesión hasta ahora”…
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